En cuatro años esta apuesta da sus frutos y triplican la facturación del negocio, además de aumentar el nivel de satisfacción de sus clientes. Pero lo más importante de todo fue que también se consiguió mejorar el ambiente de trabajo, automatizando tareas costosas y pesadas, al mismo tiempo que se daba más autonomía a todos los empleados.

“Tenemos que admitir que estábamos realmente satisfechos y sorprendidos con el resultado, pero nos quedábamos con la sensación de que ese solo era el principio y aún quedaba mucho por hacer”, exclaman los hermanos Arenas.

Jorge Arenas, nos lo cuenta todo en nuestros micrófonos:

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