Confiar toda la información de tu empresa en una «nube», es decir, a un servidor que gestiona otro ente puede resultar y de hecho, resulta crítico sobre todo para las pymes.

Los pequeños negocios suelen administrarse en muchas áreas y por ello temen perder el control de su empresa al depender de una infraestructura digital. Saben que estas, aportan muchas ventajas de competitividad pero también les produce inseguridad. Los últimos datos recogidos por IDG muestran que el 73% de las empresas tiene al menos una aplicación, o una parte de su infraestructura TI, en la nube.

Por otro lado, los datos también muestran que los departamentos TI tienen la presión de migrar el 100% a la nube. El cambio se da a gran velocidad, pero no lo hacen sin riesgos.

A pesar de tener falta de recursos y financiación, las empresas que se encuentran en expansión cada vez son más eficientes gracias al uso de aplicaciones para la gestión de proyectos, ventas y de servicio al cliente.

Según un informe de Kaspersky Lab en 2017 fueron casi la mitad de las pymes (42%) europeas las que experimentaron al menos una brecha de seguridad. Además, más de una cuarta parte (27%) de las empresas sufrieron entre dos y cinco ataques, aunque la mayoría (72%) pensó que estaba adecuadamente protegida frente a ese tipo de incidentes.

Hoy en día, una de las opciones que más se utilizan es la sube híbrida, que combina los servicios de la nube pública de terceros y de privada con una orquestación entre ambas plataformas.

España, sigue a la cola a la hora de adoptar esta tecnología ya que solo un 27% de nuestras empresas han implantado alguna estructura de este tipo.

Con esto, sacamos una clara conclusión: es necesario trabajar más en la seguridad de la nube a través de auditorías internas y externas, capacitación en concientización sobre ciberseguridad y seguridad confiable.

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