La crisis sanitaria obliga a este tipo de negocios a adaptarse a la situación. Airbnb o Uber deben hacer frente a la nueva realidad.

La economía colaborativa se basa en el intercambio de bienes y servicios entre particulares a cambio de una compensación previamente pactada. Este tipo de modelo de negocio, tras la crisis sanitaria provocada por el COVID-19, corre grave peligro.

Una de las medidas de seguridad primordiales que tenemos que cumplir es el distanciamiento social. De esta manera, es prácticamente imposible que nos contagiemos. El problema es que esta solución es, a la vez, un gran inconveniente para la economía colaborativa.

Las consecuencias en estas empresas

En los últimos años, la economía colaborativa ha tenido mucho éxito. Plataformas cuyo servicio se basaba en compartir coche o apartamento, se convirtieron en grandes empresas a nivel internacional. Dada la nueva situación, ¿quién quiere compartir espacio con un desconocido?

Estas compañías que se han dedicado durante años a este tipo de modelo de negocio, ahora han de cumplir con unas estrictas medidas de higiene. Entre ellas, la desinfección constante de espacios que puedan ser compartidos por usuarios e incluso de aquellos que sean utilizados individualmente.

El caso de AirBnb

La empresa, que se sustenta gracias al turismo, está prácticamente paralizada pues, en apenas dos meses, ha pasado de estar cotizada en 35.000 millones de dólares en bolsa a sobrevivir con un préstamo de 2.000 millones. Además, las reservas para estancias en Estados Unidos han sufrido un 90% de cancelaciones.

Por otro lado, del préstamo concedido, 227 millones han pasado a manos de los propietarios de los apartamentos que han tenido que ser indemnizados por dichas anulaciones de reservas. Por otro lado, AirBnb ha tenido que despedir al 25% de sus trabajadores.

Y en el transporte…

En el caso de Uber, la demanda ha bajado un 80%. Sus acciones han caído hasta un 20%. Sin embargo, cuenta con UberEats, su reparto de comida a domicilio que consigue mantener a flote la compañía y, al menos, ingresar beneficios.

Zity, Car2Go y demás compañías que se dedican al alquiler de vehículos en ciudad, deberán endurecer sus medidas higiénicas. Éstas pasarán por la desinfección del vehículo después de cada uso.

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